La mastitis es una inflamación del tejido mamario que, en la mayoría de casos, afecta a mujeres en período de lactancia. La mastitis es una inflamación del tejido mamario que, en la mayoría de casos, afecta a mujeres en período de lactancia.

Mastitis: Todo lo que debes saber sobre sus causas, síntomas y tratamientos

Mastitis: Todo lo que debes saber sobre sus causas, síntomas y tratamientos

8 mar 2025

¿Qué es la mastitis?

La mastitis es una inflamación del tejido mamario que, en la mayoría de casos, afecta a mujeres en período de lactancia. Sin embargo, también puede presentarse en mujeres que no están amamantando e incluso, en casos raros, en hombres. Esta inflamación suele estar relacionada con una infección bacteriana, que puede generar dolor, enrojecimiento y hasta fiebre.

La detección temprana y el tratamiento adecuado son claves para evitar complicaciones como abscesos mamarios o infecciones más severas. Por ello, acudir a un médico especialista, preferiblemente un cirujano oncólogo o mastólogo, es fundamental para recibir el tratamiento correcto.

¿Cuáles son las causas de la mastitis?

La mastitis puede tener varias causas, dependiendo de si ocurre durante la lactancia o en otras circunstancias. Estas son las principales:

1. Obstrucción de los conductos mamarios

En mujeres lactantes, la causa más común es la obstrucción de un conducto de leche. Cuando la leche se acumula, puede causar inflamación e infecciones bacterianas.

2. Entrada de bacterias

Las bacterias presentes en la piel o en la boca del bebé pueden ingresar a través de grietas o fisuras en el pezón, causando una infección.

3. Cambios hormonales y alteraciones en el tejido mamario

En mujeres que no están amamantando, la mastitis puede estar relacionada con cambios hormonales, traumatismos o ciertas condiciones médicas que afectan el tejido mamario.

4. Factores de riesgo adicionales

  • Lactancia prolongada sin vaciado completo del pecho.
  • Mal agarre del bebé al pecho.
  • Estrés y fatiga.
  • Uso de sujetadores muy ajustados.
  • Tabaquismo.

Tipos de mastitis

1. Mastitis puerperal

Es la más común y ocurre en mujeres que están amamantando. Generalmente se desarrolla en las primeras semanas postparto.

2. Mastitis no puerperal

Afecta a mujeres fuera del período de lactancia. Puede estar relacionada con infecciones, enfermedades inflamatorias o incluso, en casos aislados, con tumores mamarios subyacentes.

Síntomas de la mastitis

Identificar los signos de mastitis a tiempo es clave para evitar complicaciones. Algunos de los síntomas más frecuentes son:

  • Dolor o sensibilidad en la mama.
  • Enrojecimiento y aumento de la temperatura en la zona afectada.
  • Hinchazón o endurecimiento de una parte del pecho.
  • Fiebre y escalofríos.
  • Sensación de malestar general, similar a una gripe.
  • Aparición de secreciones anormales por el pezón (en casos de mastitis no puerperal).

Es importante no confundir la mastitis con otras condiciones mamarias, como abscesos, quistes o incluso cáncer de mama. Por eso, ante cualquier síntoma, es recomendable acudir a un especialista.

Diagnóstico y la importancia de acudir a un cirujano oncólogo o mastólogo

Ante la aparición de síntomas de mastitis, la consulta médica es indispensable. Un cirujano oncólogo o mastólogo es el especialista indicado para evaluar el tejido mamario y descartar otras enfermedades subyacentes.

¿Cómo se diagnostica la mastitis?

  • Examen físico: El médico evaluará el estado de la piel, el pezón y el tejido mamario.
  • Ecografía mamaria: En algunos casos, se solicita una ecografía para detectar abscesos u otras alteraciones.
  • Cultivo de leche materna: Si hay signos de infección severa, puede solicitarse un cultivo para identificar la bacteria responsable.
  • Biopsia (casos excepcionales): Si existe alguna sospecha de patología maligna, puede ser necesario analizar una muestra de tejido.

Tratamientos y soluciones para la mastitis

El tratamiento de la mastitis dependerá de la causa y la gravedad de los síntomas. Entre las principales soluciones están:

1. Antibióticos

Si la mastitis es causada por una infección bacteriana, el médico prescribirá un tratamiento antibiótico adecuado. Es fundamental completar el tratamiento para evitar recaídas.

2. Vaciamiento completo de la mama

En el caso de mastitis puerperal, es clave continuar con la lactancia o extraer la leche para evitar la acumulación. Un asesor de lactancia puede ayudar a mejorar el agarre y la posición del bebé.

3. Compresas frías y analgésicos

Para aliviar el dolor y la inflamación, se pueden aplicar compresas frías y tomar antiinflamatorios como ibuprofeno, siempre bajo indicación médica.

4. Drenaje de abscesos

Si se forma un absceso (acumulación de pus), es posible que el cirujano deba realizar un drenaje, ya sea con aguja o mediante una pequeña incisión.

5. Revisión y control con un especialista

Si la mastitis es recurrente o no mejora con el tratamiento inicial, puede ser necesario realizar estudios adicionales para descartar otras patologías mamarias.

¿Cuándo es necesario acudir a un cirujano oncólogo?

Aunque la mayoría de los casos de mastitis son benignos y relacionados con la lactancia, es importante acudir a un cirujano oncólogo o mastólogo cuando:

  • La mastitis no mejora tras 48-72 horas de tratamiento.
  • Existen masas palpables persistentes tras el tratamiento.
  • Hay secreción sanguinolenta o sospechosa por el pezón.
  • Se presentan episodios recurrentes de mastitis.
  • La paciente no está lactando y presenta inflamación mamaria.

El cirujano oncólogo tiene la experiencia para diferenciar entre una mastitis simple y condiciones más serias, como infecciones profundas o cáncer inflamatorio de mama, que puede imitar los síntomas de la mastitis.

Prevención de la mastitis

Aunque no siempre es posible prevenir la mastitis, especialmente en el periodo de lactancia, hay medidas que pueden reducir el riesgo:

  • Asegurar un buen agarre del bebé al pecho.
  • Alternar los pechos durante cada toma.
  • Evitar ropa ajustada que comprima el pecho.
  • Tratar rápidamente las grietas o fisuras en los pezones.
  • Mantener una correcta higiene mamaria.

En mujeres que no están lactando, es importante realizar autoexploraciones mamarias mensuales y acudir a controles médicos regulares, sobre todo si hay antecedentes familiares de enfermedades mamarias.

Conclusión

La mastitis es una condición común, pero no debe subestimarse. Con un diagnóstico y tratamiento oportuno, es posible resolverla sin complicaciones. Sin embargo, es fundamental que toda mujer con síntomas de mastitis, especialmente fuera de la lactancia, acuda a un cirujano oncólogo o mastólogo para una evaluación completa y descartar otras condiciones mamarias.

La salud mamaria es una prioridad. Si notas cualquier cambio en tus senos, no dudes en consultar a un especialista.